viernes, 3 de agosto de 2012

El espíritu olímpico por los suelos

Aqui me tienen de regreso al siglo XXI, luego de haber vivido en el siglo XVI, por breve tiempo, con la finalidad de resolver asuntos de honor, luego de pasearme en carros tirados por cuatro a seis caballos y ver, de lejos, pero la vi, a la mujer que me ha quitado el sueño por incontables noches: mi amada Roxanne.

Me encuentro ahora gracias al destino en el siglo XXI, y con estas olimpiadas modernas creadas por Pierre de Frédy.

Pierre de Frédy era un educador, cuyo padre quiso que fuera militar. Un educador con gran afición por el deporte quien, en la última sesión del Congreso Internacional de Educación Física, celebrado en la Universidad de La Sorbona de París, decidió instaurar los Juegos Olímpicos. Tenía como finalidad juntar a los mejores deportistas del mundo entero para formar una gran competencia, a la que llamó Olimpiadas Modernas.

Era el 26 de junio de 1894.

El 24 de marzo de 1896, se llevaban a cabo las primeras Olimpiadas de la Era Moderna en Atenas, después de una serie de inconvenientes que Pierre de Frédy supo sortear. Pierre de Frédy, conocido después por su título de Barón de Coubertin, cumple con su sueño ese 24 de marzo de 1896, día de Pascua de Resurrección, en que el rey Jorge de Grecia pronunció por primera vez las palabras rituales: "Declaro abiertos los primeros Juegos Olímpicos Internacionales de Atenas". Su lema fue Lo esencial en la vida no es vencer, sino luchar bien, derivada de la frase Lo importante no es vencer, sino participar de Ethelbert Talbot, erróneamente atribuida a Pierre de Coubertin.

Hace pocos días, vi la inauguración de las XXX Olimpiadas de la Era Moderna que se llevan a cabo en Londres. Mi sensación es que tal vez la crisis internacional hizo que la ceremonia no tuviera el brillo de ediciones anteriores. Por lo menos, esa es mi opinión. Pero ese no es el tema que nos ocupa en esta entrada.

De lo que quiero hablar es de la expulsión de varias jugadoras de badmington que, olvidándose de todo el espíritu deportivo que el Barón de Coubertin quiso insuflar a los juegos, se dejaron ganar con la finalidad de tener rivales más "fáciles" en la siguiente ronda de competencia.

También de la esgrimista que se quedó sentada llorando sobre la pedana por más de una hora sin que la pudieran sacar, sosteniendo que la estocada que le había dado a su rival había sido dentro del tiempo reglamentario, aunque la decisión de los jueces fue contraria.

Del boxeador que, porque no le dieron la pelea que había ganado, según él, se retiró del cuadrilátero sin saludar al contrincante ni al juez.

El detalle está es que si eso se ve en las Olimpiadas, que son la ventana al mundo, el ejemplo deportivo por excelencia para jóvenes y niños, ¿qué se puede esperar de acontecimientos deportivos más chicos y con menos exposición de los medios? ¿Qué ejemplo se pretende dar con esos comportamientos completamente fuera de lugar? Eso no es igual al gran error que cometió el servidor administrativo cuando confundió las banderas de las dos Coreas.

¿Dónde están el honor, el buen comportamiento, el ejemplo, en que lo importante es competir y no ganar?

He tenido muchos comentarios en mi entrada anterior sobre el honor y la nobleza como si fueran cosa de otros tiempos. Creo que son cosa de estos y de todos los tiempos, pasados y por venir.

En realidad, el espíritu de las Olimpiadas se puso por los suelos y eso no se puede tolerar.

Nota: gracias Wikipedia, y gracias San Google.

25 comentarios:

  1. Creo que cuando uno se revienta toda una vida para obtener un objetivo; y cuando ese momento de demostrarlo llega y pierdes porque el "encargado del reloj" hizo mal su trabajo y el último segundo fueron 5!!! A lo menos es frustrante. Entiendo a la koreana, hasta a mí me dio una rabia inmensa. Creo que el espíritu olímpico es posible cuando uno pierde en buena ley y no por agentes externos, porque se ensucia el deporte. De ese error se puede rescatar una probable coima.

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    1. Querido hijo: dura lex, sed lex. Dura es la ley, pero es la ley. ¿Qué se harían los deportes sin sus respectivos reglamentos y normas? Por ejemplo: es válido el gol metido con la mano o es válido el gol efectuado cuando el partido ya se terminó.
      No solamente se trata de ser buen deportista, cada uno en su especialidad. Se trata de aceptar las normas de cada deporte y competir de acuerdo a ellas.
      Sentarse en la pedana de esgrima por una hora en señal de protesta cuestionando a las autoridades no me parece muy deportivo que digamos.
      Te quiere,
      Tu padre.

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  2. Así es, y pena que la tregua que se proclamaba antes y durante los Juegos en la era antigua de forma que permitiera a los visitantes viajar de forma segura hasta Olimpia, no exista más hoy, con tantos conflictos y guerras en el mundo...

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    1. Tienes razón, Pollita. Esa tregua ya no existe. Cosas del modernismo.

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  3. Gracias corazón por este comentario, tienes toda la razón pero este mundo está cada vez peor y la juventud me asusta muchas veces, ya estoy como mi abuela que decía, en mis tiempos esto no era así. Tengo que decirte que me he enterado de cosas que no sabía sobre las olimpiadas. Sigue desasnando al mundo mi querido Cyrano y recibe mi amor de siempre

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    1. Tú que has estado muy de cerca de las Olimpiadas lo debes saber mejor que yo, querida Iris.

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  4. mmmmm ¿"todo tiempo pasado fue mejor"? acá sólo tengo que hacer mención a las olimpiadas en Alemania 1936 y también 1972. Actualemnte hay más diversidad y bueno antropológicamente hablando, mientras más culturas choquen es inminente que habrán más diferencias.

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    1. Yo no he dicho que "todo tiempo pasado fue mejor". Me refiero al comportamiento de todo buen deportista. Por lo demás, tienes toda la razón.

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  5. Leo tu entrada y solamente se me viene a la cabeza una reflexión: hay atletas que preparan años de años para una presentación que dura segundos, y a veces terminan con un tremendo fracaso por un hecho fortuito. Como la chica de Indonesia que llegó tarde y terminó penúltima porque le dijeron que la prueba empezaba a las 9 am y empezaba a las 8:15 am.
    No tiene mucho que ver con el tema que tratar, pero como dije al comienzo, fue lo que se me vino a la cabeza.

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    1. Querida Gabriela: en ese caso, si se aplica lo que sostiene Miltrox: agentes externos, que no están dentro de las normas, interviendo para echar a perder los sueños de un deportista.

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  6. Mi estimado Cyrano, si partes de una premisa equivocada los resultados muy posiblemente no seran los esperados. Me explico: eso de que lo importante no es vencer sino competir salio de la boca de un perdedor. TODOS van a los juegos olimpicos a vencer. El que sabe que no tiene oportunidad ira a COMPETIR, pero los que estan en los niveles altos van a VENCER. De esto no tengas la mas minima duda. De alli que algunos se puedan sentir frustrados al extremo de desarrolar respuestas que puedan parecer irrazonables desde el punto de vista de una premisa equivocada. Un abrazo olimpico !!!!!

    Oso

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    1. Ni una coma mas a tu acertadisimo comentario,apreciado padrino, comparto 100% tu opinion.En resumen se tiene que tener el espiritu ganador, pongamoslo de esta manera: el segundo puesto perdio ante el primero, y se acabo la jarana.

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  7. Lo de la esgrimista fue lo contrario si no he leído mal ni escuchado mal.
    A la surcoreana le dieron la estocada cuando el tiempo ya había vencido... de allí su "rabieta".
    Hasta leí que le "ofrecieron" una medalla especial. Vaya broma la de los organizadores.

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    1. Puede ser a que haya sido asi. No soy el portador de la verdad absoluta pero el tema es el mismo ¡que es eso de rabietas!el buen deportista,tiene que pensar en ese tipo de probabilidades y como reaccionar ante ellas.

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  8. Hola Cyrano,

    no estoy siguiendo las Olimpiadas, no soy nada aficionada al deporte y mi actividad veraniega con mis niñas me impida prestar atención más de cinco minutos a cualquier evento televisivo de la índole que sea. Pero aprovecho tu entrada para saludarte y mandarte un fuerte abrazo.

    Comparto contigo el sentimiento ante lo que tiene que ser el espíritu olímpico, pero no creo que su degradación sea consecuencia de los tiempos que corren. El ser humano es y ha sido complejo siempre.

    Besos

    Laly

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  9. Solo paso a decirte ¡hola! porque vengo llegando del sur y debo ponerme al día en muchas cosas. También en saludar a mis amigos de Bloguilandia.

    Un cariñoso saludo del sur del Pacífico Oriental

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    1. Un GIGANTE HOLA para ti tambien querida Ale. Espero que la hayas pasado bien por el sur
      Cariños

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  10. No tenía ni idea de esos momentos que comentas.
    Pienso que pueden ser momentos de nervios, de tensión, que en otrs circunstancias no hubieran actuado así
    Pero igual que un fallo en la práctica de su deporte, les puede llevar a perder la competición, y tienen que aprender a controlar la técnica, también tienen que aprender a controlar la decepción de perder una competición o a sufrir una puntuación que consideran injusta
    ¿quizás soy demasiado dura?

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    1. Estimada Miriam: de eso es justamente es de lo que se trata, y no me parece que seas demasiado dura.

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  11. No es fácil mantener ese espíritu "puro". A los deportistas se les exige muchísimo. Renunciar a casi todo para poder estar allí, jugándose el todo por el todo en unos minutos. Por eso los competidores "nobles" brillan más.

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  12. No es fácil mantener ese espíritu "puro". A los deportistas se les exige muchísimo. Renunciar a casi todo para poder estar allí, jugándose el todo por el todo en unos minutos. Por eso los competidores "nobles" brillan más.

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  13. Veo, estimado amigo Cyrano, que nuestros temas de blog tienen cierta similitud.
    En todo caso tu lo planteaste primero, pero yo no lo había visto hasta ahora.
    En lo que estamos de acuerdo es que no siempre prevalece el "espíritu" olímpico.Es como en la vida misma, donde muchas veces tampoco hay "fair play".

    Abrazo.

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    1. Asi es querido Esteban. Con los acontecimientos tan "raros" que estan pasando en Londres, la ceremonia final de estos juegos debiera ser guardar la bandera del fair play en una caja de seguridad bajo siete llaves.

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