jueves, 28 de julio de 2011

Reflexiones de 28

Considero que este no es un espacio para escribir de política, pero es el único que tengo para expresar mis ideas, así que les pido a mis amigos que me perdonen. Es que no me queda otro medio para contestarle a un improvisado y mentiroso político peruano expresidente del Perú y excandidato perdedor en las últimas elecciones.

Sí, excandidato perdedor, porque usted perdió las elecciones, señor (cómo me cuesta decirle señor). Si no lo recuerda, quedó usted cuarto con el 15.631% de los votos, según resultados oficiales. Así que le recomiendo que haga usted un esfuerzo para no seguir contando el cuentazo que fueron los miembros de su partido los que le dieron la victoria en la segunda vuelta al actual presidente del Perú.

Lo que pasa es que usted no asume aún su derrota, pues el derrotado fueron usted y sus falsas declaraciones, y no sus íntimos amigos, ni el jurado electoral.

Reflexione (si es que puede) y considérese derrotado, vencido, rechazado por el pueblo. Es usted tan falso que durante la campaña electoral dijo que votar por el entonces candidato y actual presidente era "dar un salto al vacío" y ahora pretende, a pesar de lo dicho, cogobernar con él. Por eso es que sus más cercanos colaboradores, el señor secretario general y otros prominentes miembros de su partido han renunciado entre otros copartidarios.

En resumen, no crea usted que es un copresidente. No solamente porque tal figura no existe, sino porque el pueblo no le dio el respaldo que usted pretende. Y punto.

Pasando a otra cosa, hoy más temprano juró un nuevo presidente del Perú. Habló de paz y de concertación y de entendimiento entre los países de la región. Pienso, aunque no voté por él, que es tarea de todo peruano respaldar su gestión. Y que el crecimiento con inclusión social sea todo un éxito.

A todo el Perú le conviene que usted, señor presidente, que acaba de asumir su cargo, tenga éxito, junto con el equipo que lo acomapaña. Y como con usted no cogobierna nadie, le deseo la mejor de las suertes. Que Taita Dios nos ayude.

viernes, 15 de julio de 2011

Tomás

El jueves 14 de julio de 2011, o sea, ayer, aproximadamente a las 2 pm, nació Tomás. Es el segundo hijo de mi segundo hijo, casado con una estupenda dama chilena a quien quiero mucho.

El primer hijo de mi segundo hijo se llama Juan Pablo, tiene 5 años y es fanático de The Beatles (tiene buen gusto el caballero). Se conoce de memoria sus canciones y se las canta todas.

El segundo hijo de mi segundo hijo se llama Tomás, forma griega del nombre arameo תָּאוֹמָא (Ta'oma') que significaba "mellizo". En el Nuevo Testamento era el nombre del apóstol que inicialmente dudó de Jesus resucitado. Según la tradición, murió martirizado en India. El nombre pasó luego a ser de uso general en el mundo cristiano.

Tomás, quiero darte la bienvenida a la vida. Mientras vayas creciendo te irás dando cuenta de que la vida tiene sus altas y bajas. Conocerás el amor y el desamor, la alegría y la tristeza, el triunfo y la derrota, el trabajo y la ociosidad, el gusto y el asco, la tolerancia y el fanatismo, la humildad y la soberbia, el descreimiento y la fe, la lealtad y la traición, la sinceridad y la hipocresía, el acierto y el error, y muchísimas otras cosas más.

Naces en una época en que la Humanidad ha llegado a metas que hace apenas 20 años hubieran parecido extraídas de las más alucinadas imaginaciones. Solamente un ejemplo, y para esto me voy a meter en el terreno que domina tu padre: las comunicaciones. Como te decía, hace apenas 20 años se esperaba al cartero, que era quien traía las cartas con noticias del otro lado del mundo, de tu familia, de tus amigos, etc. Entre que la persona escribiera la carta y tú la recibieras podían pasar días y hasta meses. Ayer, yo me enteré en Lima de tu nacimiento en Santiago casi al momento en que naciste. Y hasta ya vi una foto tuya. Es decir, la vida en tiempo real. Hace apenas 20 años, me hubiera demorado días y hasta semanas en saber de tu nacimiento.

Te espera además un mundo lleno de retos a los que deberás enfrentar con inteligencia y sabiduría. Con calma y mucha esperanza. Y nada más por ahora.

El destino ha hecho que la distancia no permita que estemos juntos, pero quiero que sepas que te quiero mucho. Y que pronto nos veremos cara a cara, a pesar del tiempo real.

Un abrazo de aquellos,

Tu abuelo.

sábado, 9 de julio de 2011

Buenas noticias

Esta posiblemente sea la entrega más corta, pero lo tengo que compartir con todos ustedes.

Hace tres días me levanté de la silla de ruedas y después de años, me puse a caminar. ¡Gracias a Dios!

martes, 5 de julio de 2011

Escoba, bacín y trapo

En homenaje a dos amigos del alma.

Era un dicho que solo se lo había escuchado decir a mi madre durante toda una vida: "los tres amigos del teatro: escoba, bacín y trapo". Significaba para ella la sólida amistad que logran tener tres personas a lo largo del tiempo, de esas amistades que se mantienen "hasta grandes". De esa amistad intensa, alegre, triste, de risas y lágrimas.

Esta anécdota, motivada por tres amigos, dos él y una ella, será contada en tercera persona para proteger a los inocentes.

Dicho esto, a los hechos.

Escoba (ella) y Trapo (él) son los dos ángeles de la guarda de Bacín, que de salud esta más o menitos, que tiene dos enfermedades incurables bastante temidas. Por este motivo, Bacín se moviliza en silla de ruedas. Trapo se encarga de manejarle el auto a Bacín cuando hay que ir al médico, de compras o lo que sea. También arregla las posibles fallas que de vez en cuando se presentan en la casa de Bacín. Y Escoba es la administradora, jefa de personal, de relaciones públicas y gran coordinadora de médicos y clínicas.

El otro día, fueron los tres al supermercado a comprar una serie de cosillas que faltaban para la casa de Bacín, aprovechando de paso de comprar cosas para los otros dos. Al entrar a la tienda, Bacín y Trapo se fueron por un lado y Escoba se fue por otro. Cada uno a buscar sus cosas.

Luego de un rato, Escoba estaba en la sección frutas, que fue donde Bacín y Trapo le dieron el alcance. Se enseñaron sus respectivas compras e intercambiaron algunos comentarios y bromas.

Como ya tenían todo lo que necesitaban, se dirigieron los tres a la caja para efectuar el pago respectivo. Cuando de pronto, al pasar por un arreglo de plátanos todavía verdes, acomodados cuidadosamente en forma de torre por los trabajadores del supermercado referido, Trapo hizo una mala maniobra con la silla de ruedas de Bacín. En eso, se escuchó la potente voz de Trapo: "¡Mira Bacín lo que has hecho!" (Trapo se la pasa echándole la culpa a Bacín de cuanta torpeza pasa a su alrededor.)

Bacín, sin siquiera darse cuenta de lo que había pasado, lo único que alcanzó a ver fue a Escoba, que estaba adelante de ellos, mirando cómo la montaña de plátanos iba cayendo plátano por plátano. En ese instante, los trabajadores del supermercado y los demás clientes que estaban por ahí, que seguramente habían alabado el cuidado que se había puesto en armar la torre de plátanos de dos metros de altura, observaban cómo Trapo empezaba a recoger plátano por plátano, ya regados por todo el piso, tratando de arreglar la torre. Mientras tanto, por el lado opuesto, otros plátanos caían.

En ese instante, Bacín dijo "mejor nos vamos, deja todo en el suelo y salgamos de acá rápidamente". Con una cara de seriedad mortuoria, cada uno canceló sus cosas. Trapo se encargó de embolsar, Escoba de pagar lo suyo y lo de Bacín, y Bacín estaba en su silla de ruedas con cara de "yo no fui".

A la salida, los tres estaban mudos de espanto, con el temor propio de haber salido filmados por las cámaras de seguridad, y que los iban a atrapar en plena fuga. Cuando de pronto, se escuchó la potente voz de Trapo que dijo: "felizmente no fue una torre de latas". Escoba intervino diciendo "hubiera hecho un poquito de ruido". Bacín, recriminando a Trapo, le dijo: "tú toda la vida echándome la culpa de tus torpezas".

Llegaron al auto, subieron y lo único que se escuchó fue un solo de risas. Los tres no paraban de reír por lo que había pasado.

A ese tipo de amistad se debe haber referido mi madre cuando decía "los tres amigos del teatro: escoba, bacín y trapo".