martes, 14 de mayo de 2013

La Primacha

Querida primacha:

Hace algunos dias, me enteré de una forma casual que ya no estás entre nosotros. Me enteré de que el primero de mayo partiste hacia donde están los ángeles, que ya no te veremos más, que ya no está en este mundo quien firmaba a cada momento como "Primacha" en sus constantes comentarios en mi blog. Tía y primos y a ti, Antonio, compañero, quiero decirles que los acompaño en su dolor.

Con estas palabras, me despedí en Facebook de una prima muy especial en cuanto supe de su viaje eterno, que me tomó tan de sorpresa como la reaparición de esta prima en mi vida.

Este fue tu último comentario en Columna 17, en la entrada De vuelta al barrio:
Primacho, te envío un saludito un poco atrasado, más vale tarde que nunca. Un fuerte abrazo de la Primacha.
Me saludaba por mi cumpleaños, que fue el 17 de abril. Su comentario es del 24 de abril. Como ya dije, su partida fue el 1 de mayo. Quién lo diría, apenas una semana antes.

Para mí, la Primacha significaba el único contacto con mi familia paterna, que a pesar de ser muchos entre tíos y primos, nunca se reúne y está desperdigada por todos sitios, entre el Perú y el extranjero. A través del Facebook, se dedicó a unir a esa desperdigada familia.

Así fue como me reencontré con ella hace algunos años, a raíz de este blog. Un día, recibí un comentario firmado con un enigmático Primacha, sin dar mayores luces de su nombre. Después supe que se había enterado de la existencia de esta bitácora virtual porque se lo preguntó a uno de mis hijos, que se llama igual que yo, y apareció por estos predios sin anuncio alguno.

Desde ese momento, se convirtió en lectora y comentarista fiel de cada entrada, hasta la última que leyó.

Primacha, gracias por todo.