Ayer domingo 27 de noviembre, me ocurrió algo que no se lo deseo a nadie.
Resulta que a eso de las cuatro de la mañana, necesité de la enfermera que me ayuda de noche. Cuando en eso escucho su voz que, alarmada, me dice "Doctor, doctor, el agua me llega a los tobillos. El departamento está totalmente inundado".
Efectivamente, los cuatro dormitorios, la sala, el,comedor, los tres baños, la cocina, el patio, el escritorio. Todo, absolutamente todo el departamento estaba lleno de agua. Lo que había pasado era que se había roto una tubería de la cocina. De los tomacorrientes salían chispas, y de todos los ladrones (cables extensores) salían chispas y humo. Eso quería decir que el agua podía estar electrizada. Le advertí a la enfermera que no pisara el suelo pues se podría electrocutar, pero me contestó que si no le había pasado antes, ya no le iba a pasar.
Gracias a Dios, era agua limpia.
Inmediatameente apagamos la llave general de luz. Llamamos al portero para que cerrara la llave general del agua, que de pura desesperación la chica no encontraba. Al cerrar la llave de agua, con el portero y la enfermera mojados prácticamente de pies a cabeza, se verificó que la inundación era total. A mayor abundamiento, cuando quise llamar por teléfono (imagínense, a las 4 de la mañana), el teléfono inalámbrico estaba totalmente descargado porque el agua había mojado el enchufe. Felizmente, sin mayores consecuencias.
Total, desde mi celular llamé al gasfitero, quien a esa hora me contestó sin dudar. Como vive muy lejos, le dije que se tomara un taxi y viniera a mi casa inmediatamente. Además de ser gasfitero es mi amigo, así que acudió a mi llamada tan pronto como pudo. Llegó a la casa a eso de las 5 am. En ese lapso, el portero y la enfermera se habían encargado de barrer hacia el patio y de ahí a las cocheras de mi edificio, toda el agua. Eso era casi una misión imposible.
Pensé en llamar a los bomberos, pero me pareció que no me iban a hacer caso. Después pensé en llamar a la policía, cosa que también descarté. Opté por llamar a mis tres taxistas amigos, a fin de que vinieran a ayudarme a sacar el agua. Y cuando llegara la hora en que las tiendas estuvieran abiertas (¡en domingo!), fueran a comprar lo necesario para las reparaciones. De los tres, solamente uno estaba en servicio, y se constituyó en la casa en el término de la distancia. Justamente fue el más habilidoso, al menos para estos avatares, y se puso a dirigir las operaciones con bastante acierto. Empezaron a sacar las alfombras, empapadas completamente, y a extenderlas en la cochera. Desenchufaron todo lo que pudieron.
Antes de seguir, debo mencionar que el piso de la casa es de madera laminada, esa que no se debe mojar. El agua ha hecho que se levante todo. El piso lleno de grumos, como burbujas dentro de las láminas.
Tres horas después, cuando terminaron de sacar el agua, partieron el taxista con el gasfitero a comprar el repuesto de la pieza que había causado todo el estropicio, con sus respectivos insumos. En ese momento, comencé a enchufar los aparatos eléctricos, a fin de verificar que computadora, televisor, CD, DVD y demás estuvieran funcionando. Descubrimos que todos los cajones de la cocina estaban llenos de agua, los cajones de más abajo y los de más arriba (a casi un metro de altura. ¿Cómo llegó el agua hasta ahí? No tengo idea).
Hoy, el día siguiente, hay que reorganizar todo: poner en orden la casa, regresar las cosas a su sitio. En fin, todo lo que hay que hacer para dejarla habitable nuevamente.
Como alguna vez dije, prefiero hacer del menos un más. Voy a tener las alfombras limpias y un piso nuevo.
Y siguió con un concierto
Hace 2 semanas
Tremenda aventura...
ResponderEliminary ... ¿¿¿¿Tanta claridad mental a las 4 de la mañana????
Saludos
Un verdadero horror...suerte y sobretodo paciencia con los trabajos de reparación. Me gustó el final de tu texto, lo tendré siempre presente..
ResponderEliminarRealmente, es un despertar que no le deseo a nadie tampoco. Una vez más nos demuestras que la mejor manera de enfrentar las cosas es hacerlo sin renegar. Eso es algo que algunos deberíamos aprender (y por si acaso, me refiero específicamente a mí).
ResponderEliminarQué forma de iniciar un domingo... y a semejante hora por demás. Lamentable lo sucedido, y produce algo de consuelo cuando los buenos amigos acuden al llamado de uno a la hora que sea.
ResponderEliminar(Menos mal que el clima ya es con algo de calor... supongo que el secado demorará menos)
Casi como un terremoto más tsunami.... te compadezco y te felicito por lo mismo, por el desastre que has convertido en algo positivo.
ResponderEliminarSaludos
Lalo:
ResponderEliminarEl que se aturde pierde. No hay momento dificil que no se resuelva manejandose con tranquilidad.Ni siquiera cuando estes en las ultimas querido hijo. Alfredo Mozzat decia:"De padres que no le temen a la muerte nacen hijos que no le temen a la vida".
Pollita:A todos nosotros nos pueden pasar cosas graves,pero no vale la pena tirar la toalla, hay que seguir para adelante cuando se tienen 62 años Taita Dios te ha dado dos alternativas, o ser un tipo con edad suficiente para ser un viejo feliz o para ser un viejo pelotudo, escogi lo primero.
Tienes razon Gabriela.
ResponderEliminarAsi es...Cris fue un despertar muy mojado y a una hora poco graciosa.
AleMama...solo tienes que agregarle una rayita vertical a una horizontal, para convertir un menos en un mas.
Y darle vuelta a la pagina
Que pena todo lo que te ha pasado pero como tu dices piso nuevo y alfombras limpias, del mal el menos porque en verdad se hubiera podido electrocutar la enfermera.
ResponderEliminarMil cariños para ti.
Y es que fue espectacular la cantidad de agua que habia en el depa, simplemente espeluznante. Al final todo se pudo resolver con calma, con un par de ventiladores, y con absolutamente todas las ventanas abiertas. Saludos!
ResponderEliminarIris: imaginate ¿ y que me hacia yo con una muertacha en el depa ?
ResponderEliminarMatias: En casos como este mantener la calma es lo mejor, querido hijo.
Primacho que horrible, te he leído y he visto la inundación en mi depa, es muy aparatoso, ha sucedido en otros departamentos, que el agua ha pasado al piso inferior. Bueno, felizmente no se han electrocutado. Yo siempre que salgo tengo la manía de cerrar todas las llaves, pero al acostarnos no. Tienes que cambiar alfombras, piso, etc.
ResponderEliminarUn beso
Primacha
Primacha: Felizmente no paso a mayores...
ResponderEliminarLa verdad, amigo Cyrano, es que hay que tener coraje y sangre fría para afrontar, de ese modo, tamaño desastre de madrugada. Lo bueno es contar con amigos, como en el caso del gasfiter(así se les dice en Chile),más que con con especialistas en cualquier oficio. Y lo principal es no haber perdido la fe en la vida, pese a la magnitud de la calamidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por tus palabras, estimado amigo Esteban. Creo que el Parkinson que es vencer uno o varios retos diarios que te da la vida, me mantiene entrenado para cuando suceden este tipo de cosas.
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