Más atrás, dentro de la cabina, se encontraba el oficial EP Jorge Matallana, quien resultó herido gravemente en el rostro y en un ojo debido a las esquirlas de las balas que cayeron dentro de la nave. Al darse cuenta de que el comandante y piloto del helicóptero había fallecido, el oficial Matallana tomó su lugar, con lo que evitó que la nave cayera y logró, en un caso sin precedentes, aterrizar y salvar la vida de los otros trece heridos y de la tripulación.
El valor y coraje del oficial Matallana hicieron que se convirtiera en un héroe más en la lucha de nuestras Fuerzas Armadas contra el narcoterrorismo, que cada día es más difícil de combatir por la calidad y cantidad de armamento cada vez más sofisticado que compran los terroristas con el dinero de los narcotraficantes. Esto es un peligro para el país y la región entera.
Mientras hay hombres luchando por la patria y que salen del anonimato solamente cuando mueren, en la capital, hechos de esta naturaleza pasan cada día más desapercibidos.
Sean estas líneas un pequeño pero sentido homenaje a estos valientes peruanos que dan todo de sí en defensa del Perú y, por qué no decirlo, de los países vecinos también.
Nos olvidamos pronto de nuestros héroes. ¿Será para olvidar que los peligros siguen presentes? Creo que pasa en todos lados.
ResponderEliminarSaludos
Es un tema, amigo Cyrano, que merecía amplia difusión internacional. Lamentablemente no fue así. Esos ejemplos de coraje extremo en la lucha contra el mal, merecerían más de un párrafo en algún diario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que en lo que nadie piensa es en el día siguiente de las familias que estos héroes anónimos dejan detrás. Vidas que tienen que seguir, hablando de los que fueron, usando los verbos en pasado.
ResponderEliminarLa muerte es la manera más radical de aprender el significado de la frase "nunca más".
¿...sera para olvidar que los peligros siguen presentes? Que bonita pregunta Ale, es hasta poetica. Por esa y mil razones suceden estas cosas.
ResponderEliminarsaludos
Asi es mi querido amigo. Al final parece que a nadie le importa.Esteban.
Tienes toda la razon del mundo querida Gabriela
ResponderEliminarEs una pena que tengamos mala memoria, que pasado un tiempo no recordemos a estas valerosas personas. No hay que olvidar a esas personas que lucharon para protegernos de la violencia subversiva y que muchos han quedado minusválidos, viviendo en la pobreza. También me saco el sombrero por nuestros valerosos bomberos voluntarios que mal fueron tratados por el Centro Comercial San Miguel.
ResponderEliminarSi querida Lía, ya a pesar de todo, esos minusválidos viviendo en la pobreza, siguen amando a su patria.
ResponderEliminarEn cuanto a los bomberos, es una vergüenza nacional que los hayan botado del centro comercial cuando estaban haciendo una colecta para sus uniformes, siendo que ellos y los bomberos chilenos, son los únicos bomberos voluntarios. Corríjanme si estoy equivocado, por favor.