El 30 de agosto es feriado no laborable en el Perú... Se conmemora a Santa Rosa de Lima, que fue bautizada como Isabel Flores de Oliva. Nació en Lima en abril de 1586, y falleció en agosto de 1617. Fue canonizada por Clemente X en 1671 y es la primera Santa de América, patrona de Lima, América, Filipinas e Indias Orientales.
Pero también es un día muy especial para mí, pues todos los años, desde que tengo uso de razón, mi casa se vestía de fiesta. Santa Rosa era la "santa" de mi padre pese que mi padre era agnóstico. La gran contradicción es que Santa Rosa era parte de su vida, y lo tenía muy bien guardado.
Todos los 30 de agosto nos vestían muy bonito a mi hermana y a mí y partíamos papá, mamá y sus dos hijos al centro de Lima, donde queda el templo dedicado a Santa Rosa, ahí, junto al rio.
Al lado del templo existe una casa donde la creencia popular afirma que Santa Rosa pasó gran parte de su vida. Me parece que ahora es un convento de los padres dominicos. Dentro de la casa, que recibe visitas durante todo el año, existe un pozo llamado el Pozo de los Deseos en donde los fieles lanzan papeles de distinto tipo y tamaño que contienen sus más íntimos deseos u ofrecimientos para que Santa Rosa se los cumpla. No son cientos sino miles los que arrojan el 30 de agosto su papel al pozo. Ya se imaginan el alboroto que causa esta tradición.
Luego de algunos empujones llegábamos al pozo y el viejo nos habilitaba papel y lápiz para que nosotros hiciéramos nuestro pedido correspondiente. Él hacía el suyo, mamá el suyo y cuando los cuatro estábamos listos, a la cuenta de tres tirábamos nuestros deseos juntos con una gran solemnidad. Luego nos marchábamos, saliendo contra la corriente de las miles de personas que seguían entrando dejando, cada uno de los cuatro, nuestros deseos más escondidos para que se cumplieran durante el año.
Nunca se nos pasó por la cabeza preguntarnos entre nosotros qué habíamos puesto en nuestras cartas (el respeto por nuestras vidas y cosas personales caracterizo a mi padre y a mi madre, su forma de educar era diferente a los padres de la época). Tampoco le pregunté a papá el porqué de esa extraña devoción. Simplemente me parece que era cuestión de fe. Un tipo de fe que hasta el día de hoy me llena de curiosidad.
Y siguió con un concierto
Hace 2 semanas
Qué interesante relato.
ResponderEliminarLa única vez que fui por ahí fue con una visita del colegio. No era 30 de agosto y había tal cantidad de gente que ni pude acercarme al Pozo de los Deseos.
Asi es Gabriela,son miles...
ResponderEliminarHola Cyrano:
ResponderEliminarLa historia que narras, demuestra que hasta los no creyentes....de repente sí creen.
Un abrazo.
Cyrano, que casualidad, mi papá también era medio agnóstico (?), porque si asistía a Misa, íbamos toda la familia pero lo raro es que él se quedaba atrás en la puerta, y si era la Parroquia Virgen Milagrosa se sentaba en una banca al frente de la Iglesia y de allí oìa la Misa (que raro), nunca le pregunté el por qué, ni por qué nunca comulgaba. Eramos chicos, y todos los años nos llevaba el día de Santa Rosa de Lima al Centro de Lima, pero no escribíamos cartitas ni nada de eso. Nunca se me ocurrió preguntarle cuál era su santa o santo preferido, ahora también creo que Santa Rosa.
ResponderEliminarTienes razon. estimado Esteban.
ResponderEliminarParece que era de familia,Lia primacha querida.
Dos hermanos haciendo y pensando lo mismo??