Eso decía mi madre cuando empezaba la primavera, que en estos lares ocurre entre el 23 y 24 de setiembre. La primavera supone una estación de renacimiento, renacen las flores, florece el amor, supone el cambio de ánimo de la gente. En resumen, una estación donde se resucita luego de un abrumador invierno.
Sucede que aquí en Lima, el frío continúa, las flores no han renacido, el amor no ha florecido y el ánimo de la gente sigue igual. Uno no sabe qué ropa ponerse, si va a salir un sol de mediodía que es un bonito adorno porque de calentar, calienta muy poco. Si bien ya la ropa muy gruesa del invierno es innecesaria, los matices del grosor de nuestra indumentaria nos pueden jugar malas pasadas. Hoy me puse solamente una camisa de manga larga porque ayer la temperatura era como para vestirse así, pero resulta que anoche llovió y la humedad está en el aire, con la consiguiente sensación fría.
Creo que el que tenía secreto para desfacer este entuerto era mi padre. Él decía: "en primavera, hay que vestirse de verano por dentro y de invierno por fuera". Tenía mucha razón.
Envidio a las personas que habitan otros lugares donde las estaciones son marcadas, donde el invierno es invierno y viene la nieve, y los esquíes, los gorritos de lana para la cabeza, los guantes; donde en el otoño caen las hojas de los árboles formando una mixtura de colores inexplicablemente bella. En la primavera todo renace y se reverdece, y el verano, donde las vacaciones son el destino de todo el mundo y todos desaparecen.
En fin, cosas del clima y del lugar donde vivimos. Seguiremos gozando de nuestra increíble mezcla de climas, de estaciones, nuestro lindo cielo plomo que no nos deja ver las estrellas y nuestra omnipresente humedad casi al 100% (acá ya casi no tenemos pulmones sino branquias).
Razón tenía mi madre: "si esta es la primavera, me siento en las flores".
Hola Cyrano...de Lima
ResponderEliminar(el otro era de Bergerac)
Aquí en la capital de Chile, salvo un día gris, estamos "verdaderamente" en primavera.
Saludos.
Qué bien, Esteban. Aquí ya comenzó a asomar el sol también, por fin.
EliminarA mí me encanta el cielo gris, esa fría humedad tan nuestra. Lima no sería Lima si tuviera un cielo azul lleno de nubes blancas como el algodón.
ResponderEliminarDebo agregar que soy hincha del invierno.
EliminarA mí no tanto, Gabriela. La humedad es insoportable, pero entre verano e invierno, prefiero invierno.
EliminarHola,
ResponderEliminarPues aquí a poco más de un mes de que entre oficialmente el invierno, todavía estamos en mangas de camisa... y aunque soy amiga del verano, ya empiezo a estar un poco harta de calores...
Un beso y hasta pronto
Creo que ya esto ha cambiado, Laly, por lo menos sé que en Madrid ha estado nevando.
EliminarHola Cyrano. Metiendo el ojo por el blog del sillón de papá me encontré con el tuyo. Decirte que aquí, en España, concretamente en el norte, en primavera tampoco es una maravilla. Yo soy gallego de A Coruña, donde paso 5 meses en verano y seis en Madrid, el mes que falta me lo paso en Cádiz donde tengo un hijo casado y un nietito. A Coruña tiene una humedad bastante alta porque llueve mucho (es malo para los huesos). La primavera a veces empieza en Mayo, en lugar de Marzo, por lo que uno no se puede desabrigar. El verano, a veces, brilla por su ausencia, pues con un mes el tiempo arregla el tema. Sin embargo Madrid es seco buen clima, las estaciones del año son más exactas, pero en invierno, si viene frio te come, y, po supuesto también nieva, aun que no siempre es igual; en Madrid cuando se está como los ángeles es en otoño y en primavera. En el sur, por ejemplo en Cádiz, el verano suele empezar en Abril y termina en Septiembre, lo peor pero necesario, es el viento de levante que sopla bien y trae frío. Como puedes ver en todos los paises " se cuecen habas". Un saludo cordial.
ResponderEliminarwww.miguelangellopezparadela.blogspot.com
Bienvenido, Miguel Ángel. Qué bueno que llegues por estos parajes.
EliminarGracias por informarme con tanto detalle de cómo es el clima por esos lares peninsulares. Pasaré a visitarte.
Aquí en Tunja, Colombia, la ciudad donde vivo, pasa algo muy similar: Aunque esté calentando el sol, es necesario llevar el paraguas y la chaqueta, nunca se sabe si hará frío o lloverá.
ResponderEliminarEncontré tu blog en el de Esteban,
Un abrazo.
Bienvenido, Rafael.
EliminarAcá en Lima, con toda y su tremenda humedad, nuestra lluvia es tan particular que no se llama lluvia. Se llama garúa. Y ni en sus peores manifestaciones es necesario llevar paraguas.