Hay un comercial de una empresa prestadora de servicios de telefonía celular que me trae graciosos e insolitos recuerdos de una persona muy cercana mí, o sea yo. En este comercial, se ve a un muchacho de unos 20 años a punto de subirse a una moto mientras habla por teléfono celular con su abuelo. Ya se están despidiendo cuando el abuelo le dice, como algo casual:
- Oye hijo, ¿cómo hago para mandar una foto por e-mail?
El muchacho pone cara de infinita paciencia y procede a explicarle el procedimiento, lo que ya no se ve en el comercial.
Les confieso que me he sentido plenamente identificado con el caballero que le pregunta al nieto sobre cómo hacer para salir de los problemas que le da la computadora, o la máquina del averno, como la denomina este pechito. Me sucede no solamente con la computadora, sino también con el televisor, con su respectivo decodificador y, finalmente, con los teléfonos celulares.
Tres aparatos que, si bien no me tienen loco, me tienen como un hombre al borde de un ataque de nervios.
Por el párkinson que llevo encima muchas veces tecleo una letra por otra o el dedo se me queda pegado y la letra se repite innumerables veces, paso por movimientos que causan que me salgan diversas cosas en la pantalla, ya sea un cuadro dándome informacion estadística de los habitantes del Peru o listas interminables de nombres que no entiendo qué hacen ahí.
Muchas veces que quiero salir del embrollo en que me he metido procedo a hacer la llamada en cuestión, ya sea a uno de mis hijos o a Gaby, quienes me contestan algo así como: "lleva el cursor hasta la flechita roja que está a tu derecha de la pantalla, en la parte de arriba". Procedo a hacer la operación indicada, pero cuando llego al destino... resulta que no encuentro la tal flechita roja.
Otra respuesta típica puede ser: "aprieta ALT + F4 para cerrar esa ventana y luego abres una nueva". Primero tuve que aprender qué es el cursor, y ya sé que es esa flechita que nunca encuentro porque se va por cualquier sitio de la pantalla. Estoy seguro de que entre el mouse, que supuestamente controla el cursor, y el cursor hay un divorcio tremendo. O no hablan el mismo idioma. Ya sé también qué es una ventana, que no tiene nada que ver con ese invento para mirar a través de las paredes. Ambas cosas las descubrí solo, por simple amor propio y para evitar preguntar: "¿qué es el cursor?", o la ventana, respecitvamente.
A veces estoy escribiendo de lo más feliz y no sé qué aprieto que la ventana se me achica, y se me ponen los pelos de punta pensando que ya perdí todo mi arduo trabajo de horas. Pero resulta que no es así, felizmente. Solamente debo restaurar la ventana, o maximizarla, como dicen que se llama.
La cosa es que termino lanzando un SOS para que alguien salve esta alma perdida y deseperada, y la cosa es que siempre termino escuchando respuestas como "maximiza la ventana", "dale UNDO", "redúcele la los pixeles" y otras cosas por el estilo.
Como anécdota, hace muchos años, antes de que yo siquiera soñara con usar una computadora del puro miedo que me daba el aparato, y menos aun tener un blog, mi segundo hijo me dio su dirección de correo electrónico. Yo apuntaba diligentemente lo que me dictaba: "segundohijo, todo junto, arroba yahoo punto com". En vez de escribir segundohijo@yahoo.com, yo escribí "segundo hijo todo junto arroba yajú punto com". No exagero.
Esta es mi historia con la computadora. Mi lucha diaria, diría yo. En cuanto al televisor, lo que me complica la existencia es el bendito decodificador. Para empezar, hay dos controles remotos, uno para el televisor y otro para el decodificador. Bueno pues, a acostumbrarse, ni modo. El control remoto del televisor solamente lo uso para prenderlo y apagarlo, así que una vez prendido lo dejo a un lado... hasta que tengo que subir o bajar el volumen, porque resulta que cada aparato lo tiene aparte. En una de esas, la pantalla se me achica y ahí sí que viene la crisis porque llamo a uno de mis rescatadores o llamo a la misma empresa para que me auxilien. Uno u otro, siempre viene alguien en mi rescate.
Finalmente, donde me confieso inepto tecnológico total es con las funciones del teléfono celular. Y eso que mi teléfono es bastante simple, bueno, simple para los tiempos que corren porque resulta que toma fotos y hasta tiene grabadora. No me imagino usando uno de esos teléfonos que se manejan tocando la pantalla, que agrandan y achican fotos solamente con tocarlas, que mandan mensajes SMS (ni siquiera sé cómo se manda uno de esos) a teléfonos en otros países, entre otras tantas cosas que no quiero ni imaginar. Piensen además que debo hacer todo eso con el temblor del párkinson. De los mensajes de texto no quiero ni hablar.
Esos son los gajes de vivir en un tiempo muy diferente del tiempo en el que crecí, donde para llamar por teléfono simplemente marcaba con un disco y esperaba que timbrara. No tenía que tener señal, ni crédito, ni batería. Ni tampoco escuchaba a una dama que me invitaba a dejar mi mensaje en la casilla de voz. Aunque debo admitir que tampoco se podía ver ni oír a quienes vivian fuera de nuestras fronteras, como hago ahora con mis hijos y nietos que viven en Chile. Hasta podemos conversar mientras nos vemos gracias a algo que se llama Skype y que... tampoco sabría cómo funciona si no fuera por las indicaciones bien escritas que tengo al lado de mi computadora.
Bienvenida la modernidad.
Y siguió con un concierto
Hace 5 semanas
Que bueno que hayas regresado ! Tus blogs alegran y este sobre todo nos clava una sonrisa. Un besote. Polli
ResponderEliminarMuchas gracias, mi querida escritora.
EliminarMi estimado Cyrano, me has hecho acordar cuando inumerables lunas atras cuando en el garage de Eduardo M. abriste la guantera de una caminota verde y preguntaste "que es esto?" y antes que pudiera decir es una pistola de gases lacrimogenos escuche el disparo. El resto te lo acuerdas mejor que yo. Con las chicas tenias exito, con los "chiches" no. Sigues igual mi querido amigo. Sonrie!!!!!!!!!! Siempore un abrazo.
ResponderEliminarSé quién eres, Anónimo, pero no voy a revelar tu identidad.
EliminarEn cuanto al incidente que mencionas, tú eras el que llevaba los aparatos sofisticados al coegio. Jamás me imaginé que de un lapicero se podía disparar una bala. Gracias por llevarme a la clínica esa vez porque la famosa bala me cayó en la mano. Te asustaste tanto que ese día la camioneta rompió todos los récords de velocidad.
Conozco esas llamadas. Es algo complicado explicar cómo mandar fotos por correo electrónico a la distancia, describiendo procedimientos que muchas veces no se tienen en la cabeza sino que funcionan mecánicamente cuando se está delante de la pantalla. La cosa empeora cuando el auxiliador está en algún sitio que hace difícil atender la llamada.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, Gabriela. Pero la desesperación del que te hace la consulta es tal que a veces no mide ni tiempo ni espacio. En lo personal, hago todo lo posible por no molestar a mis auxiliadores. Justamente el domingo pasado la pantalla apareció como si la hubieran girado, y la barra donde sale la hora estaba por arriba y no hacia abajo como siempre. Los íconos estaban por cualquier parte. En fin, un desastre. Pedí auxilio por mail y mientras esperaba que la cosa se solucionara, puse buena cara al mal tiempo y más o menos que me adapté a usarla tal como estaba.
EliminarA ver que te parece mi historia
ResponderEliminarPC
Tengo una con Windows Home Edition. No sé que canastos significa pero en resumen no puedo ver DVDs en la PC y siempre me sale un mensajito de "actualice a la versión completa"
TV
Yo no sé cómo pero aún tengo cable sin decodificador. Ja ja ja.
De todos modos para ver el ESPN, History Channel y A&E no se necesita mucha ciencia.
Celular
Todavía me rehuso a comprar un smartphone. No quiero tener toda mi vida en el aparato de marras
Así que no estás solo en este mundo
Ja ja ja
Saludos
Renzo
PS: No sé porque se me antoja que la primera frase de tu post es un homenaje a Sofocleto.
Estimado Renzo: eso del Windows es chino, no entiendo lo que me pones. Yo tengo problemas con el decodificador en todo momento, pero sí lo uso. Estoy de acuerdo contigo sobre los smartphones.
EliminarPD: gracias por compararme con Sofocleto.
EliminarYo que tengo 4 años más que tu he tenido que cambiar mi celular por uno de esos que hacen de todo con solo tocarlos, lo hice para no escuchar más el maldito mensaje donde me invitaban a cambiarlo, yo tengo una tarifa bastante alta por x razones y ahora a mi edad tengo una vaina que se llama whats app, donde mando mensajes sin costo a cualquier parte , otra que se llama viber con la que hablo idem y por última tengo tango, eso si que es para verte mejor como el lobo feroz, todo con ese aparatito que es celular y todo eso me costó s/. 9.= como la viste? La primera semana casi lo estrello contra la pared de pura desesperación pero ahora estamos como haciendo las pases, por eso entiendo lo que tenemos que pasar los coetáneos en este mundo cibernético.
ResponderEliminarMil besos.
Felicitaciones, Iris, cruzaste el Rubicón. Vale renegar con esos aparatejos.
EliminarMe agrada sobremanera tu estilo tan genuino como gracioso de describir situaciones. Muchos de nuestra generacion tienen el mismo escenario que el de Cyrano, pero el mérito de hacer algo que es extraño, fastidioso y difícil, es sumamente loable y encomiable. Allí esta lo admirable!!! Aprender algo nuevo y conquistarlo no por ser fácil, sino precisamente por ser un reto mas que vencer a nuestra tierna edad. Y eso es de vencedores!!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Cyrano vencedor.
A golpes estoy logrando aprender a manejar esas modernidades, Coco. Ahora tienes que tener en cuenta mi párkinson, con lo que se me hace doblemente difícil, pero lo logro.
EliminarMuchas gracias, sobrina. Inmerecidas tus palabras.
ResponderEliminarHola Cyrano, qué alegria leerte de nuevo!!!
ResponderEliminarMe recuerdas a mi madre, jajaja, ella también nos hace llamadas de este tipo...