Sentí que la cánula me estaba entrando al cerebro pues, tal como había dicho el médico encargado de hacer el trasplante, me quedaría sordo por unos segundos, y sentiría una fuerte presión en la cabeza. Ese debe ser el momento de alto peligro, en que la leyenda urbana cuenta que un resumen de tu vida pasa dentro de ti, que te acuerdas de todo lo que has hecho y tuviste intenciones de hacer. A mí no me pasó eso. Solamente pensé en ustedes Paulo, Eduardo, Rodrigo y Matías, mis hijos, en cuánto los amo, en cuánto los echo de menos, en cómo los extraño...
No les avisé que me iba a hacer el segundo trasplante de células madre extraídas de mi médula espinal para colocarlas en mi cerebro con la fin de aliviar mi calidad de vida bastante deteriorada por el mal de Parkinson que me aqueja hace más de 12 años. No quería preocuparlos. Hace solamente 4 días me lo hice y como se los contara luego por teléfono, me siento bien.
Vivir solo es muy duro, pero el viento norte hace a los vikingos y se sale adelante.
Solamente me queda darle gracias a la vida por esta segunda oportunidad.
Para terminar, a los cuatro les gusta la música, el mensaje es con esta canción.
Y siguió con un concierto
Hace 5 semanas
Es raro tener segundas oportunidades viejo, aprovecharla ahora es practicamente una obligacion. Me da gusto que quieras mejorarte y que sigas con este tema de las celulas madres. Sigue adelante!
ResponderEliminarHay tantas razones para estar mejor... nos vemos en Diciembre. Un abrazo de aquellos.
ResponderEliminar