Querido primo:Gracias Polly. Me has dejado helado... y sin palabras.
Estuve en Lima hace unas dos semanas por unos 8 días, cinco con un resfriado horrendo y el resto terminando un contrato de traducción. Pero en el medio de esto pude disfrutar momentos muy lindos en la casa con mi mami pero me faltó la tranquilidad para encontrar un tiempo para visitar aquellos que me son queridos…será para la próxima.
Pero además de decirte esto, quería también compartir contigo lo que nos causó el ver la pared de la casa de ustedes en Miraflores. El último día me fui con Ursulita
caminando hacia el mercado indio, cosa de llegar a Montreal con algún regalito para los míos, y llegando a la casa de ustedes nos dimos con el único vestigio que quedó, la pared limítrofe con el vecino, en la cual se veía claramente el gran ventanal que subía hacía el segundo piso, las paredes de color amarillo ocre de los cuartos con sus entradas eléctricas y la parte de la pared azul del patio. Ursulita y yo nos quedamos un buen tiempo reconstruyendo todo el segundo piso, muebles, objetos, quién dormía dónde, las remodelaciones de tu mami, y caímos en la nostalgia de saber que ya toda una época desaparece, que nunca será como antes. Continuamos nuestro recorrido con el corazón denso para encontrarnos en frente de la casa donde viví de chiquita, contentas de ver que todavía la casita y la quinta adyacente existían aunque el bodeguero que se instaló ahí ha pegado unas calcomonías espantosas en el piso de mármol de lo que era la sala…
Un besote
Polly
Y siguió con un concierto
Hace 2 días