jueves, 22 de septiembre de 2011

Sin palabras

A continuación transcribo el contenido de un e-mail que me mandó mi prima Polly, habitual comentarista de este blog, sobre sus impresiones al ver la casa de las 20 ventanitas, convertida ahora en cimientos para algún gran edificio seguramente:
Querido primo:

Estuve en Lima hace unas dos semanas por unos 8 días, cinco con un resfriado horrendo y el resto terminando un contrato de traducción. Pero en el medio de esto pude disfrutar momentos muy lindos en la casa con mi mami pero me faltó la tranquilidad para encontrar un tiempo para visitar aquellos que me son queridos…será para la próxima.

Pero además de decirte esto, quería también compartir contigo lo que nos causó el ver la pared de la casa de ustedes en Miraflores. El último día me fui con Ursulita
caminando hacia el mercado indio, cosa de llegar a Montreal con algún regalito para los míos, y llegando a la casa de ustedes nos dimos con el único vestigio que quedó, la pared limítrofe con el vecino, en la cual se veía claramente el gran ventanal que subía hacía el segundo piso, las paredes de color amarillo ocre de los cuartos con sus entradas eléctricas y la parte de la pared azul del patio. Ursulita y yo nos quedamos un buen tiempo reconstruyendo todo el segundo piso, muebles, objetos, quién dormía dónde, las remodelaciones de tu mami, y caímos en la nostalgia de saber que ya toda una época desaparece, que nunca será como antes. Continuamos nuestro recorrido con el corazón denso para encontrarnos en frente de la casa donde viví de chiquita, contentas de ver que todavía la casita y la quinta adyacente existían aunque el bodeguero que se instaló ahí ha pegado unas calcomonías espantosas en el piso de mármol de lo que era la sala…

Un besote

Polly
Gracias Polly. Me has dejado helado... y sin palabras.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Héroes anónimos

Hace pocos días en el VRAE, el Valle de los ríos Apurímac y Ene, patrullas de fuerzas especiales estaban cumpliendo con su misión de efectuar maniobras, realizando operaciones contraterroristas en la región de la margen izquierda del río Mantaro, en la cima de de la quebrada de Chorobamba (San Martín de Pangoa). Aproximadamente a las cinco de la tarde, el helicóptero MI-17 EP-617 sufrió una cobarde emboscada narcoterrorista con armas de largo alcance en momentos en que hacía una extracción de heridos. En la nave mencionada había alrededor de 13 efectivos, más la tripulación. A raíz de este ataque, fallecieron el piloto Comandante EP Esneider Vásquez Silva y el Capitán EP Jenner Vidarte Campos.

Más atrás, dentro de la cabina, se encontraba el oficial EP Jorge Matallana, quien resultó herido gravemente en el rostro y en un ojo debido a las esquirlas de las balas que cayeron dentro de la nave. Al darse cuenta de que el comandante y piloto del helicóptero había fallecido, el oficial Matallana tomó su lugar, con lo que evitó que la nave cayera y logró, en un caso sin precedentes, aterrizar y salvar la vida de los otros trece heridos y de la tripulación.

El valor y coraje del oficial Matallana hicieron que se convirtiera en un héroe más en la lucha de nuestras Fuerzas Armadas contra el narcoterrorismo, que cada día es más difícil de combatir por la calidad y cantidad de armamento cada vez más sofisticado que compran los terroristas con el dinero de los narcotraficantes. Esto es un peligro para el país y la región entera.

Mientras hay hombres luchando por la patria y que salen del anonimato solamente cuando mueren, en la capital, hechos de esta naturaleza pasan cada día más desapercibidos.

Sean estas líneas un pequeño pero sentido homenaje a estos valientes peruanos que dan todo de sí en defensa del Perú y, por qué no decirlo, de los países vecinos también.

martes, 6 de septiembre de 2011

Un texto de mi hijo

Con la debida autorización, me permito reproducir un texto que escribió mi hijo a raíz del accidente del avión de la Fach:
Terminó un fin de semana como pocos. Uno de esos en que todos tenemos algo que decir pero a ratos preferimos no decirlo. Pero ahora que ya pasó, compartiré una breve historia.

En septiembre de 2008 me llamaron por teléfono para invitarme a crear un programa de TV para canal 13. Me reuní con mi talentoso amigo Martín, quien me había llamado; y con la compañía de Pablo Millas desarrollamos lo que sería posteriormente el matinal Viva la mañana.

Muchas cosas pasaron durante el resto de ese año y la primera mitad del 2009. ¡QUÉ AÑO! Lleno de logros y también de angustias... pero bueno, esa es otra historia.

Lo importante quizás es que hubo algunos momentos que recuerdo con gran cariño. La mayoría conversaciones extensas con gente del programa, pues como ya deben saber o quizás escucharon, en la tele se pasa más tiempo en la pega que en la casa.

¿Cómo olvidar las conversas con la Angie, con Roberto, con Cesar o con el Maja...? Entre tantos otros que no nombraré porque nuevamente estoy perdiendo el foco... ¿Cómo no recordar las amables conversaciones en momentos críticos con la Sylvi?

La Sylvi... Sylvia Slier... El vocero de gobierno la nombró y las lágrimas salieron... primero tímidas y luego con mayor vehemencia. De cierta manera uno lo suponía... De cierta otra manera mi concepción de la fe me hace entregarme sin dudas a la voluntad divina, a abandonarme en Dios, a simplemente aceptar sus designios con la convicción de que sabe lo que hace... aunque la palabra "saber" quede chica en este momento. Pero a pesar de saberlo, escucharlo es volverlo real, y la realidad tiene esa capacidad de golpearte a miles de kilómetros por hora y dejarte helado. La realidad tiene la facultad de ser, a veces, excesivamente real.

Pero volvamos a la Sylvi. Cómo resumir mi impresion de ella... SECA. Ordenada, trabajadora, abierta al diálogo. Tranquila y mesurada, característica que dejaron de vender en el mercado televisivo hace ya varios años... si es que alguna vez estuvo realmente en stock. Esta mujer que me encuentro piropeando había viajado ya antes a hacer notas con Felipe. Recuerdo sus relatos del viaje a África por ejemplo. Apasionados... es que ella quería su trabajo y lo realizaba con ese cariño y respeto.

El viernes le tocaba viajar a la isla. Estaba emocionada. Es más, en un hecho que algunos califican de premonitorio, posteó una foto de perfil de la Isla y escribió que iba a ir para allá, al paraíso. Y fue con esa emoción que, me imagino, debe haberse levantado esa mañana. La verdad es que no sé a qué hora llego al canal. Hace tiempo que no hablaba con ella por más que un HOLA en un pasillo. pero sí sé que esa mañana Felipe se encontraba entrevistando a Nick Vuijivic. Sé, porque lo vi, que Nick le habló de ver la vida de manera positiva. Le habló de enfrentar el día a día pensando en lo que tengo y no en lo que no tengo. Y le habló de Dios.

Esa tarde, Felipe y Sylvia se subieron a un avión de la FACH junto a otros 19 personas, todos ellos con alguna misión especial. Estaba el tocayo de Felipe, Felipe Cubillos, de Levantemos Chile y su gente, había personal de la FACH y dos representantes del Consejo de la Cultura... Toda gente que iba a la Isla con la idea de ser un aporte...

Quizás a estas alturas ya todos conozcan estos detalles que describo... es lo más probable. Pero mi afán no es el de golpear con una noticia. Tampoco tengo grandes preguntas que formular... No estoy en el momento como para cuestionarme por la última vez que le dije a los míos que los quiero, ni tampoco estoy para preguntar por qué esto les pasó a ellos que estaban haciendo cosas buenas. La verdad es que cuando la vida nos trae estos sucesos no hay mucho que preguntar... hay más bien una tarea relacionada con entender. Y cada uno entiende lo que deba entender.

Por mi parte me limito a enfrentar y enumerar mis hechos.

1 Me da pena... mucha.

2 Lo siento muchísimo por los 21, pero lloré por la Sylvi.

3 La fe sigue intacta, pues la fe no busca excepciones, se abandona en Dios... se encomienda y espera.

4 No vivas sufriendo por lo que no tienes, aprovecha lo que tienes y agradécelo.

5 Me hubiese gustado mantener más contacto con ella.

Son pasadas las 3 am y hace poco terminé de estudiar... las ideas llenaron mi cabeza y decidí escribir esto. Y no es que la muerte en sí misma sea algo lejano. Todos vamos a morir, eso es un hecho... pero la muerte tiene la facultad de darle sentido a la oración en su calidad de punto final. Y cuando te ves forzado a darle sentido a las oraciones complejas... la verdad es que terminas dándole muchísimas vueltas.

Sylvia, hoy leí tu Facebook... espero que desde el paraíso al que realmente llegaste puedas sentir-leer-vivir todo el cariño que la gente te tiene...

Un abrazo a la distancia y hasta siempre.


Gracias hijo por tu autorización. Lamento mucho tu pérdida.

domingo, 4 de septiembre de 2011

A mis hijos y amigos chilenos

Queridos todos:

En alguna oportunidad escuché a una persona decir ¡Por qué se tienen que morir los buenos! En el accidente del avión de la Fach, iban 21 personas buenas, dedicadas, profesionales destacados cada uno en su área de conocimiento. Se dirigían a hacer el bien a la isla de Juan Fernández que había quedado devastada por el terremoto y consecuente maremoto de hace unos meses. La totalidad de ellos cumplía con una misión que les había ordenado su conciencia, una tarea personal, comprometida. Una tarea de gigantes: la de levantar un poquito de patria, por allá por el fin de mundo.

Seguramente la persona más conocida era Felipe, por eso creo que el fatídico accidente ha removido a casi todo un país. Mi pesar a sus parientes, así como a todos los familiares de cada uno de los que se fueron con él. Mi profundo sentir al pueblo chileno, cuya característica es la misma que la de nosotros los peruanos, levantarse con valentía y con mucha fe de sus propios escombros...

jueves, 1 de septiembre de 2011

Cuestión de fe

El 30 de agosto es feriado no laborable en el Perú... Se conmemora a Santa Rosa de Lima, que fue bautizada como Isabel Flores de Oliva. Nació en Lima en abril de 1586, y falleció en agosto de 1617. Fue canonizada por Clemente X en 1671 y es la primera Santa de América, patrona de Lima, América, Filipinas e Indias Orientales.

Pero también es un día muy especial para mí, pues todos los años, desde que tengo uso de razón, mi casa se vestía de fiesta. Santa Rosa era la "santa" de mi padre pese que mi padre era agnóstico. La gran contradicción es que Santa Rosa era parte de su vida, y lo tenía muy bien guardado.

Todos los 30 de agosto nos vestían muy bonito a mi hermana y a mí y partíamos papá, mamá y sus dos hijos al centro de Lima, donde queda el templo dedicado a Santa Rosa, ahí, junto al rio.

Al lado del templo existe una casa donde la creencia popular afirma que Santa Rosa pasó gran parte de su vida. Me parece que ahora es un convento de los padres dominicos. Dentro de la casa, que recibe visitas durante todo el año, existe un pozo llamado el Pozo de los Deseos en donde los fieles lanzan papeles de distinto tipo y tamaño que contienen sus más íntimos deseos u ofrecimientos para que Santa Rosa se los cumpla. No son cientos sino miles los que arrojan el 30 de agosto su papel al pozo. Ya se imaginan el alboroto que causa esta tradición.

Luego de algunos empujones llegábamos al pozo y el viejo nos habilitaba papel y lápiz para que nosotros hiciéramos nuestro pedido correspondiente. Él hacía el suyo, mamá el suyo y cuando los cuatro estábamos listos, a la cuenta de tres tirábamos nuestros deseos juntos con una gran solemnidad. Luego nos marchábamos, saliendo contra la corriente de las miles de personas que seguían entrando dejando, cada uno de los cuatro, nuestros deseos más escondidos para que se cumplieran durante el año.

Nunca se nos pasó por la cabeza preguntarnos entre nosotros qué habíamos puesto en nuestras cartas (el respeto por nuestras vidas y cosas personales caracterizo a mi padre y a mi madre, su forma de educar era diferente a los padres de la época). Tampoco le pregunté a papá el porqué de esa extraña devoción. Simplemente me parece que era cuestión de fe. Un tipo de fe que hasta el día de hoy me llena de curiosidad.