Ayer domingo se malogró la computadora y, por coincidencia, también el televisor. Así que estaba destinado a ser un día más o menos aburrido.
Opté por sentarme a ver películas en DVD, pero resulta que el control remoto es muy chiquito y los botones son mínimos y están muy pegados uno al otro, con lo que se me hacía difícil manejar los controles por el problema de mi temblor de manos a causa del Parkinson.
Por eso, decidí no pelearme con el control remoto. Entonces, ponía cualquier película, y si estaba configurada en un idioma que no entiendo y sin subtítulos, simplemente detenía la proyección y la cambiaba por otra hasta encontrar una que estuviera, por lo menos, con subtítulos en castellano.
Fueron varias las veces que cambié de película y coincidieron solamente tres.
La primera que vi fue "Easy rider", que me hizo recordar mi juventud y la época de los hippies. Fue un lindo viaje al pasado.
La segunda fue "El graduado". Esta la vi en idioma español. ¿Ustedes se imaginan a gente como Dustin Hoffman, Anne Bancroft o Katharine Ross hablando con acento español? Me sentí en otro planeta. Me causaba mucha risa porque nunca había visto a actores como los mencionados hablar en perfecto castellano castizo... con perdón de mis lectores españoles. Es solamente por la falta de costumbre. Me divertí mucho.
La tercera fue "Las travesuras de Juan Pablo", mi nieto mayor, producida, dirigida y editada por su papá, que es director de cine. Es un DVD que me regalaron mi segundo hijo y familia hace tres navidades y que tenía olvidado hasta que lo encontré ayer en la ruma de películas.
Así que lo que iba a ser un día aburrido, pues estaba solo en casa, se convirtió en un momento mágico de recuerdos, risas y, como todo abuelo chocho, de puro orgullo ante un nieto tan encantador.
Corolario: cuando se les presente un día que tenga todos los visos de ser aburrido, les recomiendo que conviertan su menos en un más.
Y siguió con un concierto
Hace 5 semanas
Me has hecho pensar en el concepto del homo videns, que casi no puede vivir si no está estimulado por imágenes. Algo así como ¿qué sería del hombre moderno si un día se ve desprovisto de esas modernidades? Tú encontraste una buena respuesta.
ResponderEliminarYo siempre digo lo digo. Para convertir un menos en un más se necesita únicamente un lápiz. Para convertir un más en un menos, un borrador, y si está hecho con tinta... la cosa se complica.
ResponderEliminarPor otro lado, debes saber que Juampi ve su video cada vez que puede y también le encanta.
Gabriela:la otra posibilidad era un buen libro pero con manos que tiemblan,muy dificil.
ResponderEliminarLalo:bien dicho hijo.Besos para los dos chiquillos.
Date una vuelta por mi nuevo post, dedicado a Tomás. http://nopodemosermenos.blogspot.com/2011/08/mil-gruyas-de-papel.html
ResponderEliminarComo siempre eres admirable, será por eso que te quiero?
ResponderEliminarLos tiempos cambian . . . . . . nosotros no !
ResponderEliminarUn abrazo.
Acabo de leer tu ultimo post en el blog y me gusto muchísimo porque coincido totalmente contigo en eso que los nietos son las delicias de los abuelos chochos como nosotros! Yo tengo ya tres nietas y cada cosa que hacen es una novedad y una fuente inagotable de felicidad, realmente hay que agradecer que estamos presentes para disfrutar de sus travesuras y ocurrencias.
ResponderEliminarIris: yo tambien te quiero, Cholita linda.
ResponderEliminarOso: toda la razon, un abrazo.
Manuel: gracias por tus palabras, un abrazo.
Hola Cyrano:
ResponderEliminarTodo lo que hagan los nietos de cada uno, nos parece como estar observando a Superman o a la Mujer Maravilla.
Un abrazo.
¡Que bien aprovechado el día! es como cuando se corta la electricidad, parece tragedia, pero de inmediato se arma un ambientazo que hace que nos reunamos junto a la lumbre de una vela y eso es magnífico.
ResponderEliminarSaludos
Esteban: ¡que vivan los nietos!
ResponderEliminarAleMamá: eso es justamente convertir el menos en un más.